
El auto y la casa, dos bienes inalcanzables para la clase media. La compra de ambos requiere de cifras millonarias. El Informante de esta semana, un experimentado actor del sistema de ventas y financiero de la ciudad, analiza ese contexto.
Cronista: Por ahí uno pierde dimensión del valor de las cosas, en pesos. ¿Diez, doce y hasta quince millones de pesos puede valer un cero kilómetro estándar?
Informante: Son entre 10 mil y 15 mil dólares, al valor oficial.
C: Una enormidad.
I: Es cierto, si se lo toma en función de los magros ingresos de los trabajadores, cuentapropistas de clase media, etc.
C: Ni con un sueldo de un millón de pesos, en una familia tipo alcanza.
I: Alcanzaría si es financiado y si esa familia tiene capacidad de ahorro. Pero un salario de más de un millón de pesos no lo cobra la mayoría.
C: Encima.
I: Sí, porque si se toma un sueldo de empleado de comercio, por ejemplo, estamos en 350 o 400 mil pesos. Y los costos siguen creciendo con la inflación, que en diciembre fue del 25%.
C: El desastre en la economía ha logrado que cierto sector social, que dijeron defender, terminara muy perjudicado y con accesos prohibitivos.
I: Hablamos de la imposibilidad de acceder al auto cero kilómetro, ni hablemos de una casa, la vivienda propia
C: Sin crédito hipotecario es imposible.
I: Tiene chances aquellos con algún ahorro en dólares y que se beneficien con alguna herencia.
C: Sí, pero es un escenario muy Limitado
I: Claro que lo es, la única forma de resolver este contexto es normalizando la economía, bajando la inflación, haciendo las reformas profundas en el mercado laboral e impositivo para que volvamos a crecer en una economía genuina. No hay otra salida.
C: Eso llevará tiempo, mientras tanto no hay señales para que las familias puedan progresar.
I: Si hay algo de estabilidad, es posible que el sector privado, de bienes como los vehículos y el inmobiliario, busque soluciones creativas.
C: Hay que vender.
I: Por supuesto. Y debe entrar a jugar la oferta y la demanda.