Trabajar para salir adelante, ante un panorama incierto

Mientras en el país se habla de política,  el DNU presidencial y la ley ómnibus, ambos temas son atravesados por el paro de la CGT, Río Tercero transita un enero con tensa calma. El Informante de esta semana, un dirigente deportivo e institucional que no se tomó vacaciones, habla del paro y de la actividad.

 

Cronista: ¿Qué le pareció el paro en Río Tercero?
Informante: ¿Qué paro?

 

C: No se haga el irónico. 
I: No, no soy irónico, qué paro. No hubo paro acá.

 

C: Bueno, pero fue convocado.
I: No acató nadie. Solo un puñado de estatales que temen perder sus privilegios. Nada más. 
 

C: Es cierto, el resto del sector privado trabajó.
I: Claro que sí. Cómo van se van a detener las actividades productivas y comerciales. Creo que no hubo recolección de residuos, pero en comprensible porque son del gremio de Camioneros o algo así. En definitiva les van a descontar el día como corresponde.

 

C: No hubo actividad en algunos bancos y oficinas públicas nacionales.
I: Lo de menos. Hay mucha gente de vacaciones así que ni se notó.

 

C: ¿Y eso que significa?
I: Que los paros no van más. En pleno siglo 21 estamos hablando de “derechos” de los trabajadores, cuando se debe hablar de la flexibilización laboral, con la tecnología para que haya más empleo. Eso es imparable.

 

C: Todo el mundo abrió.
I: Los comercios, las industrias, todo el mundo, cómo se van a dar el lujo de cerrar durante un día.

 

C: En la ciudad de Córdoba el acatamiento del comercio fue del 4%.
I: Y claro. Hay que trabajar muchacho, no se sale de otra manera. Así lo entendieron los trabajadores, los empresarios, todos... Porque una empresa que no factura, no paga. Así de simple.