ESCENARIO. Obras y mantenimiento, a tener siempre en cuenta en la ciudad

El alerta meteorológico difundido a nivel local el jueves pasado, se cumplió. Rara vez ocurre eso. Pero pasó. Anécdota al margen, el temporal que cayó con furia en la ciudad, de lluvia intensa. Los datos de la Municipalidad indicaron que en solamente 25 minutos se precipitaron 85 milímetros de agua. Un volumen importante que los desagües no llegaron a evacuar a tiempo y las calles, casas y barrios, se inundaron. Los problemas fueron casi generalizados en toda la ciudad. Los inconvenientes duraron poco tiempo y no hubo consecuencias graves para los vecinos.

 

De todas maneras, un fenómeno de este tipo, siempre deja al descubierto las falencias urbanas de la ciudad.

 

En primer lugar ante semejante caudal de agua en tan poco tiempo, es esperable que las calles se inunden. La clave está en el tiempo de escurrimiento, que el jueves fue relativamente rápido. Sin embargo, y a pesar de los grandes avances que hubo en obras de desagües, con la construcción del drenaje de la calle Catamarca y el de la calle Igualdad, por citar los más importantes de años atrás, más allá de algunas mejoras puntuales, se deben plantear nuevas obras. 

 

La ciudad crece en nuevos loteos y ese avance urbano requiere de otra planificación para conducir las aguas, no con parches como se hizo con la laguna de retención que se construyó en el velódromo, sino con un efectivo plan técnico. No parece ser la prioridad, probablemente entendible en estos tiempos de crisis.

 

Otro dato a tener en cuenta, es la acción de limpieza de los canales, bocas y ductos de desagües. Nada más simple que eso. Al llenarse de barro, disminuye la capacidad de alojamiento y escurrimiento de las aguas, que finalmente terminan desagotando en el cauce del río.

 

En síntesis: nuevas obras y limpieza de la estructura actual. Simple. En segundo lugar, la urbanización de barrios debe seguir. Es vital, para conducir el agua de lluvia de manera correcta y ordenada, la construcción de cordón cuneta y la pavimentación de calles. La reparación y mantenimiento de estas arterias, tanto de tierra como de hormigón y asfalto, aportan además seguridad al tránsito. Todo tiene que ver y el urbanismo debe ser tomado en serio y de manera integral. Se debe prestar más atención a la ciudad.

 

Tras la lluvia del jueves, decenas de calles quedaron intransitables. El problema lo padecen los barrios más alejados del centro, con calles de tierra aún.

 

Hay responsabilidades también de los vecinos, a los que siempre se les reitera que no saquen a la calle residuos que puedan tapar las bocas de desagües. Pero, por supuesto, no es mayor de ninguna manera al deber que tiene el Municipio en resolver rápido este tipo de problemas urbanos y cotidianos.