
Es titánico el trabajo de “limpieza” ideológica que el gobierno debe realizar sobre el adoctrinamiento en las escuelas públicas. El Informante de esta semana es un docente recientemente jubilado, que se fue escandalizado por lo que pasa en las aulas.
Cronista: Hay una nueva ola, creo de sentido común que baja desde el gobierno nacional, ¿cómo cree que impactará en las escuelas? ¿Se acabará el adoctrinamiento?
Informante: Espero que sí, pero va a ser un trabajo titánico. Las escuelas públicas secundarias están cooptadas por muchos impresentables.
C: ¿A qué se refiere?
I: Docentes y no docentes que son más K que los Kirchner, y que han destruido los valores en las escuelas, promoviendo un pensamiento único, de desmérito, de una falsa igualdad.
C: Como temática propia y también cuestiones impuestas en los contenidos.
I: Claro que sí, porque una cosa es que el docente exprese su opinión política, ideológica o sectaria -que está mal-, y otra más grave es que la “enseñe” como tema de una asignatura. Una locura que debe terminar de inmediato. Y creo que el gobierno nacional está en caminado, pero existe el peligro que las provincias no lo ejecuten.
C: ¿No se fomenta el sentido crítico?
I: De ningún modo. Todo es impuesto. Es así el pensamiento y listo. El resto son enemigos. No puede ser que se deje de lado a los próceres para dar lugar a personajes marginales de izquierda, de los falsos derechos humanos, como la APDH que es una vergüenza, apoyando a los delincuentes como el Che Guevara o haciendo silencio sobre los graves delitos cometidos por Madres de Plaza de Mayo, entre otros varios.
C: ¿Hubo una tergiversación de causas y temas nobles?
I: Sí, como hablar de 30 mil desaparecidos cuando oficialmente no fueron más de 9 mil. Son mentirosos seriales, grupos muy minúsculos, que hacen mucho ruido y que le confiamos la educación de nuestros hijos. Hay que sacar a esa gente del sistema. Son nefastos.
C: Cómo vinimos hoy.
I: Usted me pregunta, yo le respondo. A medida que me expreso me indigno. Porque los padecí con la perspectiva de género, los “derechos” sin límites y toda esa pavada monumental. Esperemos que se cambie.