
La llegada del gobernador Llaryora a la región, dejó tela para cortar. No solo por sus anuncios, sino por lo simbólico de la visita. El Informante lo analiza de esta manera: “El mensaje político es claro”.
Cronista: ¿Qué quiere decir con eso?
Informante: Muchísimo. ¿No se dio cuenta?
C: Para eso lo consulto a usted.
I: El gobernador visitó dos localidades: Almafuerte y Tancacha. Las dos gobernadas por intendentes de Juntos por el Cambio. ¿Y que faltó?
C: Río Tercero.
I: Correcto! No estuvo en Río Tercero. Se manejó en helicóptero, pero a Río Tercero la salteó. Y eso que está ubicada en el medio de los dos pueblos en los que estuvo.
C: ¿Y por qué cree que dejó un mensaje político allí?
I: Me parece que el gobernador fue contundente con ese gesto. Respondió a las críticas del intendente de Río Tercero a toda la estructura de cabotaje del peronismo de Tercero Arriba. Recuerde que Ferrer le sacó el basural y la planta de residuos. Y sacó a la ciudad de la Comunidad Regional, que está apadrinada por su mano derecha que es Consalvi, el Secretario General de la Gobernación. Y que además es de Río Tercero. Más pruebas que esas...
C: Puede ser, no le digo que no. Pero también en las dos visitas hizo anuncios que esas localidades esperaban.
I: Ahí hay otro dato mi querido amigo.
C: ¿Cuál?
I: Hoy está lento... Analice los anuncios.
C: Usted dice la magnitud de los mismos. Ya sé hacia donde va.
I: Claro. En Almafuerte comprometió el aporte de 3000 millones de pesos para hacer la planta de cloacas y casi dos mil metros de línea cloacal. Y en Tancacha dijo que aportará 4 mil millones para repavimentar la ruta 6 entre esa localidad y Río Tercero. Además entregó viviendas y escrituras, créditos sociales... Vino con una chequera de más de 5 mil millones de pesos para dos intendentes radicales.