Se denunciaron varios daños a medidores de luz y cortes del suministro durante la noche para obligar a abrir la puerta
La Policía hace diagnósticos sobre la modalidad de los delitos que se cometen en Río Tercero, básicamente los que van contra de la propiedad, lo que está bien porque con esa información se lo puede combatir.
Sin embargo, las respuestas que esperan los vecinos es que se prevengan rápidamente con mayor patrullaje y con el esclarecimiento rápido de los hechos.
En declaraciones a la radio Estación Urbana, el director de la Departamental Tercero Arriba de la Policía, Edilberto Martínez, dijo que "el delincuente va adoptando diferentes modalidades, buscando distintas formas para cometer delitos y por eso se recomienda tomar todas las medidas de seguridad" por parte de los vecinos.
Además señaló que es importante que la gente "esté atenta a cualquier movimiento sospechoso y llame al 101 para que un móvil se llegue y verifique la situación".
Siempre la Policía ha tomado esta postura, de adjudicarle al vecino alguna cuota de responsabilidad sobre la prevención del delito. Es lógico que cada uno tome las medidas de seguridad que crea convenientes, pero el mayor responsable de cuidarnos es el Estado.
Una de la modalidades que se ha denunciado, al menos en las redes sociales, son daños en los medidores de energía eléctrica o cortes desde las llaves térmicas externas, para obligar a los vecinos a que salgan de sus casas y de esa manera ingresar a las viviendas con fines de robo.
El comisario no lo negó. Dijo que no había denuncias radicadas en la sede policial sobre esa aparente nueva modalidad del delito. Hay que estar atentos, señaló el policía, y ante un corte de luz repentino y no programado se debe realizar el reclamo telefónico a la Cooperativa o llamar al teléfono 101 de emergencias.
Río Tercero no se caracteriza por tener un número alto de asaltos o robos calificados, pero en las estadísticas se observan.
Hace algunas semanas se verificaron una sucesión robos de caños de cobre de los medidores de gas domiciliarios, con el peligro que ello conlleva. Faltaron algunos en domicilios de determinados barrios, pero no se conoce que se haya investigado y mucho menos esclarecido.
Como siempre planteamos en estas páginas de TIEMPO21, sino se ataca el mercado negro de objetos sustraídos, será también más difícil la labor de achicar la estadística del hurto en domicilios o contra la propiedad.
