
Los diputados nacionales, que se ubican en una posición ambivalente para con el gobierno nacional, siguen “dando la nota” en el Congreso. Están los obstruccionistas de malos modales que se expresan abiertamente en contra de la ley de bases en el Senado. Y están lo de “buenos modales” que en la Cámara de Diputados siguen “sin verla”, como los califican los libertarios, y pretenden avanzar en leyes no consensuadas con el Ejecutivo nacional, poniendo el riesgo del equilibrio fiscal que tanto esfuerzo le insume a los argentinos para bajar la inflación.
Un grupo de diputados asumen una posición demagógica al intentar imponer leyes para aumentar o actualizar el financiamiento del sistema universitario, y los haberes de los jubilados. Se trata de una atribución del Ejecutivo, ahora más que nunca, que evita el despilfarro y controla el gasto en todos los niveles.
Una de las defensoras de esa idea es la diputada nacional Gabriela Brouwer de Koning, quien pretende lograr protagonismo nacional irritando al presidente Javier Milei.
Sin ir más lejos el propio Milei, adelantándose a esa aventura opositora, advirtió en un acto esta semana que vetará cualquier intromisión del Congreso que desequilibre las cuentas públicas.
La legisladora, que representa a la sociedad cordobesa que votó mayoritariamente a Milei, dijo en su cuenta de X que “estamos trabajando en el Congreso en varios proyectos, destacando dos en particular: la recomposición salarial de los jubilados y pensionados, y el financiamiento educativo universitario”.
Y luego plantea que “las acciones del presidente Javier Milei contradicen su promesa de campaña, ya que el ajuste para lograr su supuesto superávit fiscal lo está pagando la gente y no la "casta". Si bien coincidimos con el objetivo de equilibrio fiscal, no vamos a permitir que lo paguen aquellos que menos tienen; por eso, a pesar de estas bravuconadas, seguiremos trabajando en busca de alternativas para proteger a los más afectados por el ajuste”, cerró.
“No vamos a permitir”, dice la legisladora, y la ciudadanía bien puede decir que no va a permitir que sectores opositores sigan poniendo palos en la rueda, solo para lograr algún nivel de relevancia política.
Así estamos con esas actitudes que van a contramano del orden fiscal y económico, afortunadamente logrado, de sectores que en los últimos años apañaron con su inacción el desorden, la alta presión impositiva, la inflación, y como consecuencia de ello la pobreza.
Los legisladores, en todos sus niveles, a diferencia de lo cargos Ejecutivos, siguen viviendo en una burbuja, con altos sueldos y privilegios.
Y tiene razón Brouwer de Koning, la “casta” que se ajusta el sueldo con solo levantar la mano y no rinden cuentas desde el Congreso con la “productividad”, por ahora no pagó la fiesta… la sigue disfrutando.
Cuidado, porque se ubican un lugar muy equivocado que les traerá consecuencias electorales, más temprano que tarde.
“Maniáticos del gasto público”, los calificó el presidente, advirtiendo una vez más que vetará cualquier proyecto para vaya en contra de su plan macroeconómico.
“Me importa tres carajos”, arremetió, con un respaldo popular inédito para un presidente que realiza un ajuste tan vital como necesario para salir del fracaso.