Por la crisis económica, cayó un 15% el consumo de los alimentos. La Cámara de Almaceneros argumentó que la suba de precios y el bajo poder adquisitivo son factores decisivos en la merma de las ventas. Hubo una fuerte caída de carne, pollos y lácteos.
“La falta de ventas fue el principal reclamo de la mayoría de los comercios relevados. Casi 7 de cada 10 negocios lo mencionaron como su principal problema. Otros dos puntos conflictivos fueron los altos costos logísticos y los problemas de cobranza, que en la medida que la recesión avanza, se vuelven más acentuados”, se informó a través de Came.
Y se añadió:“Hubo mayor estabilidad en los precios al público en mayo, pero con otros costos como energía, combustible, alquileres, salarios, en alza, lo que complicó la rentabilidad del empresario. Algunos manifestaron estar financieramente asfixiados”.
La caída del consumo hace que los clientes adquieran segundas o terceras marcas o directamente reemplacen dichos productos por otros, como por ejemplo la carne por los fideos y la leche por el mate cocido.
Impacto en alimentos
Según Came, la caída de alimentos fue del 9,4%. Este panorama es generalizado. El trabajo privado apuntó que los costos de la energía, el combustible, los alquileres y el salario de los trabajadores complicaron la rentabilidad de los comerciantes que en algunos casos se definieron como “asfixiados financieramente”. Después de la caída de las ventas señalaron como preocupantes el costo de la logística y la acentuación de los problemas con las cobranzas, que se profundizan conforme avanza la recesión.
El Indice de Ventas Minoristas Pymes de la CAME relevó información de 1251 comercios minoristas de todo el país entre el 3 y el 7 de junio.
Cinco de los siete rubros medidos presentaron caídas en el quinto mes el año en la comparación interanual y sólo los vendedores de Textiles e Indumentaria y de Calzados con crecimientos del 14,1% y del 0,4% respectivamente lograron escapar a la tendencia. La mayor caída fue para el rubro Perfumería, que vendió un 27,8% menos que en mayo de 2023. Lo siguieron Farmacia, con una caída del 20,3%; Bazar, con un retroceso del 10,6%; Alimentos y Bebidas, con -9,4%; y Ferretería, con pérdidas del 7,8%.
El panorama, si le lo mira friamente es desalentador. Pero hay que tener en cuenta desde dónde venimos, con altos niveles de inflación y sin perspectiva de ninguna reforma estructural a la vista, como le gusta al populismo. Por ese motivo no queda otro camino que aportar al crecimiento del país, pero con esfuerzo y dedicación.
