Fábrica Militar: un robo de cables y la elevación a juicio de los imputados

Son tres sujetos que fueron sorprendidos en julio del 2021 excavando para sacar un cable de cobre en una zona abandonada

La fiscal federal de Villa María, María Marta Schianni, elevó a juicio a Ángel Alejandro Torres (41), Ángel Yair Quintela (22) y Pablo Nahuel Alfonso (23), por el robo de cables subterráneos abandonados en el predio de la Fábrica Militaar de Río Tercero, según publica el diario La Voz.

 

El hecho sucedió la tarde del 1° de julio de 2021. Alrededor de las 17.45, el albañil Quintela, Alfonso y otro hombre, de forma flagrante, fueron sorprendidos cuando intentaban apoderarse de cables subterráneos de la Fábrica Militar.

 

En momentos en que cavaban una zanja en la línea del conducto de cable eléctrico en el expolígono del predio, fueron advertidos por efectivos de la Policía de Córdoba, que de inmediato les dieron la voz de alto.
 

 

Alfonso y el tercero no identificado lograron escapar, pero Quintela fue detenido en el predio abandonado. ¿Quién proporcionó los datos específicos para consumar la maniobra? ¿Cómo sabían cuál era el lugar físico por el que pasaba el tendido sin tensión? ¿En qué horarios no había control de seguridad?

 

Con conocedor de los movimientos internos de la empresa, Torres habría sido el “informante” desleal, ya que como operario sabía con precisión cierta información sensible. Torres es el padrastro de Quintela, con quien compartía la misma casa, según La Voz
 

 

Curiosamente, la vivienda está situada en calle José Ingenieros 1346, frente al predio. La zona donde se localizó la excavación está abandonada desde 1995, cuando se produjeron las explosiones, y forma parte de un predio aún mayor, de 336 hectáreas.

 

Sin control de seguridad permanente, la zona abandonada se transformó en un lugar ideal para dar el golpe. “Sólo puede ingresar allí personal autorizado por el director de la Fábrica, personal policial en sus rondas de vigilancia y personal de explosivos de las fuerzas federales”, declaró el policía que detuvo a Quintela.

 

“Sólo puede conocer el recorrido de ese cable personal permanente de la fábrica con conocimiento en electricidad. Además, ese cable pertenece a uno de los únicos tendidos que no tiene corriente en ese sector, es decir, está desactivado desde la subestación. Por ello, doy por sentado que los delincuentes sabían lo que estaban cortando”, agregó.

 

Cuando intentó huir, Quintela dejó sus pertenencias en el lugar. Llamativamente, habría ido a robar el cable con sus tarjetas bancarias, dinero y hasta su DNI encima. La Policía, por su parte, no le dio tiempo para descartar los elementos del delito: tres palas de punta, un pico y unos guantes.

 

Tras la fuga de Alfonso, el área Genética Forense de la Policía Científica de Córdoba realizó un perfil genético y confirmó que el material presente en los guantes era compatible con el ADN del segundo sospechoso. Así fue que Alfonso quedó implicado en el caso.

 

El tercero, presente al momento del robo, nunca pudo ser identificado, ya que logró escabullirse entre los altos pastizales.