El “asombro” del Centro Comercial: facturas de luz de hasta $2 millones

La entidad que representa un sector muy minoritario del comercio y la industria, se escandaliza ahora por las consecuencias que provocan políticas impuestas durante mucho tiempo, en los que guardó un llamativo silencio

Reclamo. Todos apuntan a los costos de la Cooperativa, cuando la empresa es solo de distribución

Desde el Centro Comercial e Industrial de la ciudad, expresan su “asombro” por las abultadas facturas de energía eléctrica, que muchos asociados deberán pagar en este mes de marzo, en base a los consumos de febrero. Indican que en varios casos llegaron importes de hasta dos millones de pesos, y resaltaron que pequeños kioscos que abonaban un promedio de 100 mil pesos mensuales, hoy deben hacer frente a 400 mil pesos de consumo.

 

El impacto en el sinceramiento de las tarifas de electricidad, desde la quita de subsidos decidida por el Gobierno nacional, es muy importante. Pero todo el mundo medianamente informado lo sabía. Entonces el planteo del Centro Comercial es extemporáneo. Más aún, llega con un mensaje alarmista hacia sus asociados, cuando nada o poco expresó la entidad años atrás sobre los niveles de inflación, la alta presión impositiva y la ausencia de reformas estructurales que el nobel Gobierno nacional intenta cambiar a contrarreloj ¿Habrá un sesgo ideológico en esa posición? Es posible.

 

Ya con los hechos consumados y sin mucho margen de acción, se supo que el Centro Comercial elevó la queja de sus “asociados” a la Cooperativa de Obras y Servicios Públicos. 

 

“Los socios nos piden explicaciones sobre los aumentos”, dicen que dijo una directiva de Centro Comercial, que tenía previsto un encuentro con autoridades de la Cooperativa para buscar un paliativo a los aumentos. 

 

Sin mucho margen porque la Cooperativa oficia de empresa distribuidora y no es formadora de tarifas, esa reunión tuvo más carácter protocolar que otra cosa. Sobre todo porque la Cooperativa viene de anunciar bonificaciones para los grandes grupos de consumidores, y la Provincia anticipó que dará facilidades a través del Banco de Córdoba para que la luz se pueda pagar en cuotas. Mientras tanto, el consejo es simple: hacer un consumo racional del servicio.

 

También es importante resaltar que la Cooperativa tampoco hizo un gran esfuerzo como se intenta exponer, ya que mantiene una onerosa estructura que sigue en pie.

 

Los aumentos de la tarifa eléctrica por la eliminación de los subsidios, fueron en promedio del 90% para el sector comercial, y del 70% para el sector residencial de la clase N1, es decir la que figura con mayor poder adquisitivo o no se inscribió en el registro para seguir con los beneficios estatales. Ese grupo representa la mitad de los usuarios de la ciudad.

 

Pero regresando al planteo del Centro Comercial, se manifestó además que no había certezas sobre el costo del kilovatio. La factura es muy clara: ese valor está detallado según el nivel de consumo.

 

En el Centro Comercial indican que el rubro de los gastronómicos y de alimentos y bebidas, son los más perjudicados, ya que deben mantener equipos de refrigeración, como cámaras, heladeras y aires acondicionado.

 

Y subrayan que el reclamo hacia la Cooperativa es que se revea el costo energético no solo para el sector, sino para toda la ciudad, algo impracticable porque no depende de factores locales ni de EPEC en la provincia.

 

A modo de síntesis o cierre, es importante resaltar que las instituciones deben mantener coherencia en sus acciones, y si bien es legítimo que alcen la voz al ver las consecuencias que las correcciones de políticas equivocadas traen aparejadas para la gente, lo deberían haber advertido en su momento: cuando se estaba armando la bomba populista que finalmente estalló.