Sergio Cabrera, de ATSA Río Tercero, dijo que el sector privado no cumple con los aumentos salariales porque no están homologados
Con la instalación y fortalecimiento de la salud pública en Río Tercero, a partir del funcionamiento del nuevo Hospital Provincial -ahora de alta complejidad-, las clínicas privadas han agudizado su crisis económica. El corrimiento de pacientes a la atención sanitaria del Estado, en desmedro de la privada, es notable.
Hay factores que influyen como la pérdida de la obra social o el alto costo, con coseguros incluidos, de la estructura privada.
Este sábado 21 de septiembre se conmemora el Día de la Sanidad. Y según el delegado local del gremio que nuclea a los trabajadores de ese sector (ATSA), Sergio Cabrera, no hay nada para celebrar.
Cabrera se refirió, puntualmente, al incumplimiento por parte de las patronales, del pago de los últimos aumentos salariales del personal (enfermeros, maestranzas y administrativos), bajo la excusa que no fueron homologados por el Ministerio de Trabajo. Es decir que hubo acuerdos entre las cámaras empresarias de clínicas y sanatorios, junto a los representantes de los trabajadores, pero no están vigentes por ahora.
Los últimos incrementos, que coinciden con la inflación, "no son abonados por las patronales con la excusa de que no están homologados”, apuntó Cabrera.
El gremio tendría paritarias el mes próximo pero Cabrera no confía en que se pueda avanzar en una mejora considerable en los salarios ya que "todo se discute en Buenos Aires y no se escucha a la diligencia del interior", declaró el sindicalista a una radio.
En efecto, en agosto, a percibir con el pago de septiembre, el aumento será del 4,5%, mientras que en septiembre será del 4%.
Además, se firmó el pago único de una suma de carácter excepcional y no remunerativa de 44.613 pesos por el Día del Trabajador de la Sanidad, que se celebra este 21 de septiembre.
Este acuerdo bimestral sirve como continuidad a lo acordado para el período abril-julio, donde el gremio logró una recomposición del 28,9% a abonar en tres tramos luego de llevar adelante un plan de lucha que incluyó medidas de fuerza y manifestaciones.
Además acordaron volver a reunirse en octubre, para revisar el impacto del índice inflacionario y definir nuevos aumentos.
Según Cabrera, nada de eso se cumple.
En Río Tercero funcionan tres clínicas privadas y numerosos centros y consultorios particulares, que se administran como empresas y atraviesan severas dificultades como cualquier organización privada.
Pero también convive una articulada oferta pública, entre el Hospital y las salas asistenciales de la Municipalidad, en donde se canaliza la demanda que va en aumento.
