Una negociación entre privados, que plantea varias aristas y cuyo final es impredecible

Petroquímica Río Tercero mantiene los 127 despidos y es una cuestión de tiempo conocer si la empresa cierra o no definitivamente

Los trabajadores despedidos de Petroquímica Río Tercero interrumpieron un tramo de la autovía 36 a la altura de Almafuerte (M. Hubeli)

Lejos de finalizar, el conflicto entre la empresa Petroquímica y los trabajadores despedidos, sigue. Pero será cuestión de tiempo para que se imponga la posición de la firma: sostener los 127 despidos, mantener cerrada la planta productiva del químico TDI, y seguir operando con el resto de las unidades. No habría vuelta atrás en la decisión empresaria.

 

Diferentes audiencias se realizaron en el Ministerio de Trabajo de la Provincia, pero sin resultados. Las partes no se acercaron en lo más mínimo en sus pretensiones, y lo más posible es que Petroquímica termine pagando las indemnizaciones, poniendo punto final al conflicto. Este paso es lógico ante la falta de competitividad de la planta química que se transformará en importadora. Es factible que así suceda. 

 

El gremio de los químicos sigue en pie de lucha (no le queda otra alternativa). La audiencia del pasado 23 de octubre en el Ministerio, fue respaldada por un corte total de la autovía 36, a la altura de la ciudad de Almafuerte. La interrupción duró algunas horas y fue ilegal, como todo corte de una vía de comunicación y transporte. En ese piquete se expusieron consignas en contra de la empresa. 

 

A una radio el secretario Gremial del sindicato Químico, Lucas Felici, le dijo: "Nuestra idea sigue siendo la misma y es con todos los compañeros adentro". Una consigna retórica que no lleva a nada. Una manifestación de manual que le sirve al gremio internamente y para con sus afiliados. Pero hubo más de este personaje. Lanzó una frase temeraria que bordea la apología de un delito. Dijo que si no hay resolución que satisfaga, “va a haber un quilombo popular en la provincia de Córdoba que van a lamentar más de uno los políticos que miran para otro lado”. No parece estar dispuesto el contexto social para ese panorama. Y menos en Córdoba.

 

Tal es la intención de la empresa de arreglar, que en la última audiencia de conciliación los abogados habrían ofrecido pagar un 50 por ciento más de las indemnizaciones que corresponden por ley. La propuesta fue superadora e implicaría varios millones de pesos extra para cada despedido. Esa sería la puerta para el arreglo.

 

Mientras tanto, y se suceden las negociaciones, preparan una nueva manifestación en las calles de Río Tercero.

 

Así las cosas, todo parece indicar que el tiempo será decisivo en un problema que solo se circunscribe a la relación entre privados.